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Perdí las ganas


Mi crisis se llama perdí las ganas, no tenía ganas de nada, no quería realizar ninguna actividad, no disfrutaba las actividades que solía hacer, nada me gustaba ni me divertía.

Mi crisis se desencadenó cuando me fui a estudiar a Guadalajara y choqué, no fue nada grave, pero me puse muy nerviosa y no supe cómo manejar mis emociones. Implicó que me aislé totalmente de todos, de mis amigos, familia, etc., descuidé mi cuerpo y mi mente. A pesar de todo aprendí que las cosas pasan por algo y así como nos ocurren momentos malos también nos pasan cosas buenas y que sólo yo podía ayudarme a salir de eso. Estuve dispuesta a cambiar mi manera de pensar, a ser más paciente y verle el lado positivo a todo lo que me sucedía. Cuento con el apoyo de mi familia y amigos, con mis ganas de salir adelante y mantenerme positiva.

Yo creo que no perdí nada, al contrario, gané la experiencia de saber qué hacer en esos momentos donde sentía que nada me gustaba y que sí se puede salir adelante si te lo propones. Me he convertido en una persona que valora más todo, que vive el momento y disfruta los momentos felices, que no hay que verle el lado negativo a todo lo que nos suceda.

No hubiera podido salir adelante sin el apoyo de las personas más importantes para mí, mi papá, que personalmente creo que es uno de los mayores soportes que tengo, que siempre está ahí para mí, que es una persona tan amorosa y humilde, que siempre ayuda a las personas sin pedir nada a cambio, mi mamá, que es la persona más fuerte que yo conozco, su fortaleza fue algo esencial que me ayudó y apoyó para salir adelante, mi hermana es una de las pocas personas a las que le tengo confianza, ella me entiende y sabe por lo que estuve pasando, su empatía fue algo también clave en mi proceso, mi mejor amiga, que es una amiga incondicional, una hermana que me la vida puso en mi camino, que sé que pase lo que pase ella siempre va a estar ahí para mí y voy a poder contar con ella.

Quise superar esta crisis para salir adelante, para madurar y mejorar como persona en todos los aspectos, para sentirme bien y ser feliz. Mis tareas más importantes en la vida son apoyar a quien más me necesita y ayudarme yo misma a salir adelante, convertirme en una persona plena y sin complejos en la vida, ser feliz y hacer un cambio en los demás.

Los propósitos y sueños que más me ilusionan son terminar mi carrera, tener mi propio SPA, viajar y conocer el mundo, formar una familia y ser exitosa en la vida. Yo creo que está crisis correspondió a mi 100% y no a los demás, porque sólo yo puedo controlar cómo me siento y cómo debo actuar. Me hago cargo de todos los errores que cometí, de perderle el sentido a todo y de dejarme llegar a ese punto de infelicidad sin ayudarme a mí misma y dejarme ayudar.

Creo que el mensaje que me dejó esta experiencia fue que soy una persona fuerte, que se puede sobreponer a cualquier circunstancia y obstáculo que se me presente en la vida, si se quiere se puede lograr. Mi respuesta ante esta crisis es de agradecimiento, gracias a que esta experiencia cambié mentalmente, maduré y crecí como persona. Había dejado por completo de lado mis necesidades, me descuide en todos los aspectos de mi vida y no hacía nada por cambiarlo o sentirme mejor. No hay reto que no esté dispuesta a tomar, creo que si me lo propongo lo puedo lograr, en todos los ámbitos de mi vida, ya sea sentimental, profesional, social, etc. Pude darme cuenta de la capacidad y fuerza que puedo llegar a tener, ya sea física o mentalmente.

Este dolor me sirvió como una “llamada de atención” para reaccionar, cambiar mi vida, porque lo que estaba haciendo o el camino que estaba tomando no me hacía feliz.

 

Creo que fue un sentimiento que me hizo despertar y darme cuenta de lo afortunada que soy por lo que tengo y agradecer por ello.




Este aprendizaje me sirvió mucho principalmente a mí, pero también a las personas que me rodean, mi familia, amigos, etc. Rescató el significado de la vida, que todos tenemos una razón de ser, estando en el lugar que estamos por algo, todos tenemos una meta y propósito en esta vida y para llegar a eso a veces hay algunos obstáculos que debemos vencer.

Gané valentía, fuerza, estabilidad emocional, empatía, madurez y confianza, tanto en mí como en las personas que me rodean. Mi visión de la realidad es totalmente distinta, tengo ahora propósitos en la vida, ganas y recursos para lograrlo, me siento más segura y en paz conmigo misma. Yo era una persona irresponsable, muy dura conmigo misma, desconfiada, amargada, triste, y floja, ahora puedo decir que soy una persona más responsable, más paciente, puedo confiar con más facilidad, soy feliz en lo que hago, tengo energía, soy más fuerte y valiente.

Creo que mi aprendizaje le puede servir a cualquier persona que sienta que su vida no tiene sentido ni remedio, yo podría ser de ayuda, también pienso que el aprendizaje principal es para mí y para todas las personas que me rodean. Si puedo dejar huella en las personas a partir de esta dolorosa experiencia, porque si yo pude salir adelante, ellos también pueden hacerlo.

-Cati

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